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El 3 de febrero de 2003, el DsD inaugura su sección de notas de fondo, llamada Zona Dura, con un artículo que causó revuelo en el diario Clarín.
En un breve análisis de la cúpula de la redacción central del diario papel Clarín, el DsD anunció que cambiaría el secretario general del matutino. Fue un primer acierto. Ese día a la tarde uno miraba la redacción de Clarin y estaban todos leyendo DsD y se preguntaban quienes son estos tipos.
Pocas semanas después, Roberto Guareschi abandonó la secretaria general de redacción del diario papel Clarín y fue reemplazado por Ricardo “Kirbo” Kirschbaum. Las zonas duras se volverían un “clásico” de la marca DsD, una producción autónoma, de temas periodísticos que ningún medio abordaba por entonces. Por ejemplo, el juicio a la viuda de Noble (que empezara antes de la presidencia de Néstor Kirchner); el poderío del Grupo Clarín; la falta de autocrítica de los empresarios periodísticos por el golpe de 1976, entre otras cuestiones.
El naciente kirchnerismo recién llegado a la Casa Rosada no comenzó su gestión confrontando con el Grupo Clarín. Todo lo contrario: el gran diario fue oficialista durante el mandato de Néstor. Y el Caso Noble era por entonces un tema tabú para los periodistas progresistas y los liberales, que ignoraban la marcha de la causa. Con informes en la sección Zona Dura, el DsD revelaba la marcha del expediente del Caso Noble. La buena sintonía inicial entre el gobierno de Kirchner que procuraba el salvataje económico y social del país, encontró al comienzo a un Grupo Clarín endeudado. La necesidad era mutua.
El DsD armó y comercializó el Mapa de Medios de la Argentina que mostraba los conglomerados mediáticos. El Mapa fue muy requerido entre las grandes empresas privadas del país. Tambien DsD publicada noticias de la organización gremial en los medios y asambleas y conflictos por reivindicaciones puntuales.
En 2004 se incorporó como secretario de redacción de DsD, el periodista Alejandro Rodríguez Diez (ex diario Perfil que venía de publicar su libro “Devaluación y pesificación, historia secreta”) quien se haría cargo de la sección Zona Dura el lugar más leído de DsD.
Alejandro Rodríguez Diez
Sería el “alma” de la redacción, el “ronco” Rodríguez Diez cumpliría uno de los sueños del dueño del DsD: que en esa sección “bien escrita” colaboraran grandes periodistas, buenas plumas, a los cual se les pediría textos exclusivos, pero que no lleven sus firmas. Algo muy extraño para la época donde la fotito del periodista y sus firmas estaban de moda tanto en el papel como en la web. “Lo importante no es quien lo escribe sino qué y cómo lo escribe” propuso el DsD.
Los debates periodísticos en la redacción fueron apasionantes, y hubo coberturas que hicieron historia y dispararon miles y miles de lecturas, millones de bytes en un mundo en que Facebook empezaba a ser el “maná” para conseguir lectores y multiplicar lecturas.
Algunos de los temas que generaron impacto fueron:
El episodio de censura a Julio Nudler en Página/12 y un homenaje el día de su fallecimiento.
La discusión en torno a la desaparición de la Asociación Periodistas. El caso de los Herrera Noble (en momentos en que el Gobierno de Néstor Kirchner y Clarín eran aliados y sólo se conocía por los medios la versión de la dueña del holding). La historia de un periodista que escribió crónicas desde Bagdad pero que en realidad nunca salió de Buenos Aires.
Hubo más: La cobertura del caso AMIA según periodistas que no trabajaban en los grandes diarios nacionales. El hallazgo de “el gran fabulador”, un periodista que publicó reportajes apócrifos a grandes nombres de la literatura mundial. El lento traspaso de las redacciones papel a redacciones digitales y el nacimiento y profundización del periodismo digital.
El caso de los periodistas de medios gráficos que con programas de escaso rating en radio y TV recibían pauta publicitaria. Las discusiones profesionales por el uso del off the record.
El rescate de historias de periodistas como Alejandro Ezcurra, Heriberto Kahn, Rogelio García Lupo o Enriqueta Muñiz, entre otros.
Tambien fueron muy leídas: Las coberturas mediáticas de distintos casos resonantes como el accidente de la familia Pomar, el asalto al Banco Río, la "llegada" a la Argentina de la Gripe A o la crisis del gobierno de Cristina Kirchner con los productores agropecuarios.
También en Zona Dura se publicaron capítulos de libros periodísticos que contenían. referencias o polémicas acerca del rol de los medios de comunicación como El Doctor (biografía de Mariano Grondona por Martín Sivak), El Coti (biografía de Enrique Nosiglia por Darío Gallo y Gonzalo Álvarez Guerrero) o Timerman (biografía del director de La Opinión, por Graciela Mochkofsky). Entre tantos periodistas que escribieron Zona Duras sin firmarlas: Verónica Ocvirk, Diego Igal, Fernando Ruiz, Andrés Burgo, fueron "plumas" importantes.
El “ronco” logró innumerables primicias del mundo de las redacciones que dispararon tantas lecturas on line que hizo caer el sitio varias veces de aquellos viejos hostings. Finalmente se alejó del equipo de DsD en noviembre de 2012.
Komen