En este periodo la transformación del DsD estuvo dada por los cambios en su tecnología web, de ser un mini portal que funcionaba como una suma de monopaginas con gran cantidad de texto y poca visibilidad para los celulares pasó a ser un portal con lectura en profundidad rescatando las mejores imágenes de los medios en cada jornada, pero sin perder las características de análisis y la lectura cruzada.
Se incorporó la sección “Las Tapas”, generando una hemeroteca con las portadas de los medios más relevantes. Para hacer de "data imput" se incorporó a Agustín Fernández Olivera, que con tan solo 18 años - y una infinita paciencia- fue cargando "DsD" hacia atrás, cambiándole el lenguaje viejo de programación por el nuevo. Fue reemplazado por su hermana, Azul Rocío, y Agustin giro por diversas tareas: de los informes cualitativos, hasta el DsD vespertino, cumpliendo horarios que nadie quería hacer, como trabajar los fin de semana. Se instauró una app del DsD y asi se entró de lleno al mundo de los “smartphones”. Esta característica hizo más accesible la lectura acercándose a otros usuarios. Para ello se abrieron varios perfiles de DsD, algunos de los cuales aún estaban vigentes en 2024, aunque no activos.
Algunos reconocidos periodistas que viajaban por el exterior hicieron sus programas de radio a distancia con el apoyo del DsD como lectura de medios nacionales. Por ejemplo: Víctor Hugo Morales ,desde Paris. También se incluyó al análisis -además de los diarios papel - los portales periodísticos en constante crecimiento y las redes sociales. Sumándose a la edición diaria de cada mañana se realizó el seguimiento con actualizaciones a lo largo del día. Al equipo de desarrollo web conformado por el tándem Aballay - Yañez se le sumo la colaboración intensa de Leandro Falcón. Aballay incorporo a un joven estudiante y militante social, Yamil Salum, que ingresó para hacer tareas de cadeteria. Yamil fue propuesto por el abogado Antonio Salum. Salum - compañero de militancia y muy amigo de Dardo F- conformó Grupo Consenso SA sin percibir un peso ni exigir nada a cambio. Yamil era silencioso y callado, a punto tal que Aballay se inquietaba porque ingresaba a la oficina o se iba , y no saludaba. Esa relación creció tanto, que Yamil terminó demostrando su enorme capacidad de trabajo, y su enorme solidaridad para sostener el proyecto en tiempos muy difíciles.
En cuanto al grupo de trabajo periodístico, en constante movimiento, tuvieron relevancia en este período Gonzalo Grandis, Mariela García, Matías Pérez Andrade y Nico Cagiao quienes ocuparon diversas funciones en la redacción de cada jornada y en la producción de las diferentes publicaciones de análisis de medios que se ofrecían a los clientes. A esta altura todo el trabajo se hacía a distancia siendo “la redacción” totalmente virtual. Las editoras de las publicaciones de análisis cualitativas fueron Paula Morel y Marina Acosta que, algunos años más tarde, fueron profesoras en la carrera de Comunicación de la UBA. Trabajaban de madrugada, y entregaban siempre a tiempos sus contenidos a clientes públicos y privados.
Gonzalo Grandis
Mariela Garcia
Nico Cagiao
Matías Pérez Andrade
Leandro Falcón
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